sábado, 10 de febrero de 2018

DEL TIEMPO DE ÑAUPA Y MAS ALLA


ABOUT ANCIENT TIMES AND BEYOND

DEL TIEMPO DE ÑAUPA Y MAS ALLA

Autor: Miguel Ruiz de Castilla
10 de febrero de 2018
Lima - Perú

ABSTRACT
We analyze in this article, colloquial phrases in the Spanish language that refer to ancient times and whose semantics few can determine. We review the different phrases in Spain and Latin America and reflect on their meaning.

RESUMEN
Analizamos en este breve artículo, las frases coloquiales en el idioma español que se refieren a tiempos antiguos y cuya semántica pocos pueden determinar. Hacemos una revisión de las distintas frases en España y América Latina y reflexionamos sobre su significado.


Hay frases familiares que escuchamos y repetimos con frecuencia y que, con el paso de las generaciones, llegan a formar parte de nuestro acervo personal, familiar, cultural, social; son frases sobre las cuales nunca solemos preguntarnos de dónde proceden, pero que las entendemos perfectamente y las tenemos a flor de boca cuando llega la ocasión propicia de pronunciarlas. Una de aquellas numerosas frases es la que usamos cuando queremos referirnos a épocas muy antiguas, donde casi no se alcanza a tener conciencia de los tiempos.
Estas frases son diversas, pero con similar o idéntico significado y que se refieren a designar tiempos pretéritos, a algo muy antiguo o especialmente viejo. Entre los países católicos está la muy difundida frase, “en tiempos de Matusalén”; en España la frase “de tiempos de Maricastaña”; en Cuba, “del tiempo de España”; en el Rio de la Plata, Chile, se registra la expresión “en el tiempo de ñaupa”; en el Perú, “en el tiempo de ñangué”; y en muchos países de habla hispana, “en el año de la pera”, “en los años de la polca”, etc. En este artículo analizaremos algunas de estas expresiones, muchas de ellas, lamentablemente, en franco proceso de desaparición y olvido.
PRIMEROS INDICIOS
El sentido e intención de las expresiones mencionadas, algunas de ellas, sobre cuya naturaleza y origen no parece haber dudas, están suficientemente documentadas tanto en España como en América. Lo generalmente aceptado es que la frase busca designar precisamente tiempos muy antiguos; cuando el hablante la invoca quiere expresar algo muy antiguo, mucho antes de los abuelos o bisabuelos, o que, no se puede precisar exactamente el año o la época. Su origen más cercano está en la expresión muy católica “años de Matusalén” cuyo uso se documenta tempranamente en la obra de Miguel de Cervantes, cuando en su universal y famosa obra, pone en boca de Sancho Panza quien, en conversación con Don Quijote, dice lo siguiente:
“Por Dios, señor -dijo Sancho-, la isla que yo no gobernase con los años que tengo no la gobernaré con los años de Matusalén”. (Cervantes, 1965, pág. 893)
Por otro lado, y muy similar a la frase mencionada es la expresión “del tiempo de Maricastaña” la cual es recogida en tres ediciones del DRAE (1884, 1925, 1992) desaparece en la edición de 2001 pero reaparece en la de 2014, esta vez como una expresión de tipo coloquial, quizás en razón de que a partir de que en Galicia (España) se hallaron documentos que demostraban la existencia real de María Castaña, Maricastaña o María Cantiñeira en el siglo XIV, una precursora temprana de las acciones de mujeres de origen campesino pero que adquieren notoriedad y fama cuando se revelan heroicamente contra la omnipotencia del señor feudal. (Wik, 2017)
Ambas expresiones pasaron a América y tuvieron extendida dispersión y uso durante siglos, aun cuando puede considerase como las expresiones pioneras, sobre las cuales aparecieron otras similares y de parecida semántica en tierras americanas.
Otra expresión parecida es “del año de la pera”, con difusión sobre todo en España, aunque se usan con frecuencia en Sudamérica y en menor grado en Centro y Norteamérica hispana. Sobre “del año de la pera” no hay unanimidad de criterios respecto a su origen, persiste la especulación por el significado de la palabra “pera”. Algunos han identificado la mención a la fruta como una referencia a la “manzana” que Eva entregó a Adán del árbol prohibido, sin embargo, no parece tener sustento pues no hay razón verosímil para mencionar a una fruta en lugar de otra.
La versión más documentada es aquella que sostiene que la expresión “del año de la pera” no tiene origen en el idioma castellano, sino en el catalán. En Cataluña existió un famoso bandolero llamado Perot Rocaguinarda (1582-1635) (Wik, 2017) a quien apodaban “Perot lo lladre” (en catalán “Perot el ladrón”) o simplemente La Pera. Este bandolero inspiró a Cervantes para crear en El Quijote (segunda parte), al famoso Roque Guinart.
Otras expresiones similares, cuyo origen hasta se ha podido fechar, son aquellas de vigencia más reciente en España, Podemos mencionar las siguientes: “Del año de la polca” (1844 cuando el ritmo de la polca se difundió desde Praga a toda Europa), “del año de la nana” (nana, enana, nanita, enanita) que se origina en 1634 en La Mancha en España, un año de mala cosecha donde se cuenta que una moza enana salía a cantar coplas a manera de juglar y dejó un recuerdo imborrable en las futuras generaciones. Otras varias frases españolas son: “De los tiempos del cólera”; “del año catapún”; “del año en que reinó Carolo”, etc. (Suazo Pascual, 2017)
EL GUGUANCÓ DEL TIEMPO DE ESPAÑA
En Cuba, hay una sabrosa historia que une la frase “del tiempo de España”, equivalente y similar al “tiempo de Maricastaña” con el surgimiento del guaguancó, ritmo musical típico de la famosa Isla. Lo cierto es que las más antiguas rumbas de guaguancó, se remontan a finales de la época colonial española en Cuba y precisamente se conocen como rumbas “del tiempo de España". Es conocido que se trata de ritmos fundamentalmente africanos, aun cuando el guaguancó tiene sutiles influencias españolas, especialmente en las reminiscencias flamencas y en la construcción de las décimas campesinas en las letras. Dice uno de los intérpretes más conocidos de este género, Mongo Santamaría, que el guaguancó surgió cuando los afro-cubanos intentaron cantar flamenco. (Conexion Cubana, 2016)
El parecido de las palabras España y Maricastaña, en rima consonate, pudo contribuir a que la frase “del tiempo de España” adquiriera notoriedad singular y le añadiera mayor difusión. Sea cual fuere la razón, hay equivalencia en el sentido de las frases, a pesar de la diferencia de épocas de su origen.
DEL TIEMPO DE ÑAUPA
Es innegable que el idioma español recibió prestamos lingüísticos de las lenguas precolombinas, y una de las más importantes y difundidas en Sudamérica fue el quechua, cuyos vocablos se incorporaron al idioma español y lo enriquecieron.
Se denominan quechuismos aquellos préstamos lingüísticos que proceden de alguna de las variantes de la lengua quechua.  La gran mayoría de los quechuismos del idioma castellano son sustantivos relacionados con la agricultura, sobre todo nombres de animales, plantas y productos agrícolas. (Wik, 2017) Bolivia, Chile, Argentina, Ecuador, Colombia y Perú son los países donde el idioma quechua ha logrado sobrevivir por más de 500 años (Los Andes, 2014)
Las expresiones “del año de ñaupa”, “del tiempo de ñaupa”, “en el tiempo de ñaupa”, hacen referencia a la palabra quechua ñawpa ("antiguo"). Su uso se documenta en Argentina, Chile, Bolivia, Perú y se entiende como arcaico, antiguo, añoso, viejo. (Wik, 2016). Ñawpa es un adjetivo que normalmente se antepone al sustantivo en el idioma quechua, al igual que el idioma inglés. Curiosamente el uso de la expresión del año de ñaupa y similares, no se registra en el Ecuador ni en Colombia, que también tienen considerable influencia quechua.
En la Argentina persiste la locución coloquial del tiempo de ñaupa, aplicada a algo que se considera muy antiguo o anticuado. Fue ampliamente usada por los inmigrantes (italianos y españoles principalmente) y la aprendieron al llegar a América. La usaron incluso los españoles por muchos años, aunque algunos prefirieron seguir diciendo del tiempo de Maricastaña. Hoy lamentablemente, este tipo de expresiones coloquiales se oyen ya muy poco, se conservan en los ámbitos familiares y de gente mayor. (Castro, 2007)

(Velasco Montes & Glez, 2014)
En el Perú, donde el idioma quechua permanece vigente, hay apellidos Ñaupa y Ñaupas y topónimos con la palabra ñawpa. El apellido Ñaupas, según estadísticas digitales para el año 2014, tiene presencia y actualidad en el Perú donde además se registra la mayor incidencia y hay 457 personas que usan este apellido en el Perú y una en EEUU. (Forebears, 2014)
En cuanto a los topónimos, se puede mencionar el centro arqueológico muy cerca de Ollantaytambo (Cusco, Perú) un enigmático santuario llamado Ñaupa-Iglesia, con su altar pétreo de manufactura inca clásica en medio de una gruta con techo "a dos aguas", con escaleras de acceso y andenes que dominan un abismo. Pero el topónimo Ñaupa-Iglesia (iglesia antigua) tiene un temperamento mestizo muy especial, pues incorpora una palabra castellana para describir un lugar santo prehispánico. (Ochoa B., 2013)
DEL TIEMPO DE ÑANGUE
Por último, mencionaremos la frase “del tiempo de ñangué” cuyo origen se pierde en la espesa bruma de los siglos. Se podría pensar que la palabra “ñangué” es una variante de palabra “ñaupa”, aunque en el Perú, donde se registra su uso exclusivo, el quechua es aún un idioma importante y no es verosímil que exista tal confusión de palabras.
Un conocido arqueólogo peruano, Federico Kauffmann Doig, ha hecho referencia a una pervivencia de la palabra prehispánica “Naylamp”, deidad legendaria de las culturas prehispánicas del norte peruano, donde precisamente el uso de la expresión “del tiempo de ñangué” es muy popular hasta la actualidad. “Ñangué”, según el referido arqueólogo, sería una deformación idiomática de “Naylamp”, la divinidad fundacional de las culturas costeras del Perú y preexistentes a la cultura Inca. No tenemos por qué dudar de la autorizada opinión de tan renombrada autoridad en el tema, por lo que la registramos como corresponde.
Finalmente debemos decir que, quizás nunca sepamos las circunstancias que dan origen a las frases que en el presente artículo hemos referido y que solemos tener siempre tan a flor de boca, sin embargo, no se puede negar que el idioma con aquellas variantes se enriquece, potencia, adquiere vida, color, alma. La tecnología por su lado persiste en avanzar hacia un idioma standard, práctico y eficiente, aspira hacia la traducción universal sin cortapisas, un idioma que todos puedan entender y comprender. El gran escollo en esta pretensión es la imposibilidad de compatibilizar una traducción literal con una interpretativa, aquella que salve aquellos requiebros idiomáticos que de improviso aparecen. Cada idioma parece darnos recurrentes sorpresas, sin aviso previo revelan los orígenes y experiencias de los pueblos, expresan el espíritu que nos hace únicos; parece una espontánea reacción a la impronta globalizante y colectivista. El tiempo dirá si todo aquello que hoy nos toca comentar, será materia de curiosidad y posterior reflexión de las nuevas generaciones. Esperemos que así sea.


NOTA IMPORTANTE:
El presente artículo fue publicado por el autor el 27 de diciembre de 2017 en la ciudad de Lima (Perú), con todas las referencias bibliográficas y comentarios adjuntos que, si bien no aparecen en esta edición digital, serán incluidas en futuras actualizaciones de la publicación.

La reproducción de los textos de este blog, están permitidos, siempre y cuando se mencione claramente la fuente: http://actualedad.blogspot.com/
Copyright ©  miguelruizdecastilla (2018)


sábado, 30 de julio de 2016

"CINCO ESQUINAS" DE VARGAS LLOSA: LECTURA CURIOSA

FUN FACTS IN THE LAST NOVEL OF VARGAS LLOSA: FIVE CORNERS


Autor: Miguel Ruiz de Castilla
30 de julio de 2016
Lima - Perú

ABSTRACT
We analyze in this short article, the latest novel by Vargas Llosa: "Five Corners". We compare fiction with reality, so that the data freshness of events clearly show, do not miss, for over the years, in the darkness of anonymity and oblivion.

RESUMEN
Analizamos en este breve artículo, la última novela de Vargas Llosa: "Cinco Esquinas". Hacemos una comparación de la ficción con la realidad, de modo que los datos que la frescura de los acontecimientos muestran de manera clara, no se pierdan, por el transcurso de los años, en la oscuridad del anonimato y el olvido.

Mario Vargas Llosa es un reconocido novelista y escritor peruano que ha recibido numerosos premios y distinciones por su obra, el mayor de los cuales es el anhelado Premio Nobel de Literatura que obtuvo en el año 2010 tras haber sido nominado sin éxito repetidas veces en versiones precedentes. Vargas Llosa, aparte de su trayectoria como escritor, tuvo también una activa participación política en su país desde muy joven hasta la actualidad; sin embargo la que al parecer ha marcado más intensamente su vida fue la que inició en el año 1990 cuando fue candidato a la presidencia de la república del Perú y tuvo como contrincante a Alberto Fujimori, el cuestionado y polémico mandatario peruano de origen japonés quien lo derrotó en el balotage final de ese año. El fracaso en dichas elecciones y las circunstancias que lo rodearon, marcarían un punto de quiebre en la carrera del novelista y de político de Vargas Llosa, hecho que se puede advertir no solo en su obra literaria sino también en sus convicciones y posturas políticas adoptadas en consecuencia y que el Nobel, no ha podido ni ha querido ocultar de manifestar en todo lugar y circunstancia.
El año en que este artículo se publica (2016), Mario Vargas Llosa ha publicado la novela "Cinco Esquinas" ambientada justamente en el periodo de gobierno de su ex contrincante electoral, Alberto Fujimori, durante el cual hubo cuestionamientos y acusaciones sobre la manipulación de la prensa y la utilización de la misma como arma contra los adversarios políticos; en la novela se retrata una prensa corrupta y sometida al régimen al que se cuestionaba seriamente su carácter democrático y se lo calificaba sin ambages como "dictadura"; aunque su legitimidad electoral para muchos estaba fuera de toda duda, pues Fujimori gozaba de un manifiesto apoyo popular en medio de un clima de visible rechazo a la postura que Mario Vargas Llosa representaba en esos momentos.
Como un ejercicio intelectual y también, por simple curiosidad, queremos determinar cuánto de lo que Vargas Llosa escribe en la ficción de su novela, se corresponde con la realidad de aquellos tiempos, y qué personajes pudieron ser tomados como modelos por el autor para construir a sus protagonistas. Consideramos que la realidad siempre tuvo relevancia en las anteriores obras literarias de Vargas Llosa, esta última ficción no tiene por qué ser la excepción y queremos emprender el esfuerzo de indagación, siempre con el mejor ánimo y entusiasmo, aprovechando la cercanía de los hechos narrados, el frescor de la memoria que suele ser muy esquiva y que los personajes se encuentran aun cercanos a la vista y al recuerdo. Circunstancias y personajes suelen tornarse en anónimos cuando su imagen se diluye en la penumbra de los tiempos.
La última novela de Mario Vargas Llosa, está ambientada en la dictadura de Alberto Fujimori, durante la cual se utilizó a la prensa como arma contra los adversarios políticos; se retrata una prensa corrupta y al siniestro poder del llamado “Doctor” (Montesinos), sin referirse ni una sola vez a él por sus nombres y apellidos. 
Se ha hecho un recuento cuantitativo de las veces en que en la novela se hace referencia a personajes y circunstancias, con el fin de establecer énfasis y datos que puedan ayudar a elaborar una comparación consistente entre lo real y la ficción en la ultima novela del ilustre Nobel peruano. (ver ANEXO al final).


FUJIMORI: PERSONAJE OMNIPRESENTE
No deja de sorprender la reiterada mención a lo largo de la novela, y con nombre real del ex presidente peruano Alberto Fujimori; se hace de manera constante de principio a fin del relato. Lo real, por largos lapsos, parece desbordar la ficción sobre la que debe sustentarse una novela, y por extensos párrafos parece un escrito más testimonial que ficcional. Está por discutirse desde el punto de vista jurídico y seguramente de manera sensata, las implicancias legales del hecho de referirse a personajes reales y aun en vida, que se podrían sentir afectados o quizás difamados.
Cuando menciona al llamado “doctor” que claramente se refiere al asesor Vladimiro Montesinos Torres, se cuida de no mencionarlo con sus nombres y apellidos verdaderos, hecho que no tiene justificación razonable si se le compara con el tratamiento que recibe Alberto Fujimori; intentar una explicación a esta diferencia de trato lleva a la especulación ¿Un profundo temor o quizás a repentinos escrúpulos del escribiente? Parecido caso se da cuando hay una minúscula mención a personajes como Abimael, Polay y Toledo (una vez cada uno en toda la novela).

GUARDIA CIVIL
Hay solo dos menciones a la “guardia civil”, que según el autor, solían saquear minas y como coartada culpaban de los atentados a Sendero Luminoso (SL) y al Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) (página 78).
Aquí existe un grave error temporal cometido por el autor; en la época en que transcurre el relato, la Guardia Civil ya no existía, había desaparecido por lo menos un lustro antes, durante el gobierno del presidente Alan García Pérez.
Hay que recordar que el Decreto Legislativo Nº 371 "Ley de Bases de las Fuerzas Policiales" sentó los pilares para la creación definitiva de la Policía Nacional del Perú. Y el 7 de diciembre de 1988 fue publicada la Ley 24949 del 6 de noviembre de 1988 que modificando los artículos pertinentes de la Constitución Política del Perú de 1979 crea definitivamente la Policía Nacional del Perú, dicha ley fue dada y promulgada el 25 de noviembre de 1988. (Wiki, 2016)

TELEFONOS CELULARES
En la época en que está ambientada la novela (década de 1990), los teléfonos móviles contaban con una tecnología muy básica e incipiente, el tamaño de los aparatos no facilitaban su portabilidad en minúsculos bolsillos, como parece sugerirse en párrafos como por ejemplo de la página 151, cuando Enrique Cárdenas recibe una llamada al celular, inusitadamente con tecnología adelantada para la época:
“Le cortó la voz la campanilla del celular que llevaba en el bolsillo. Lo sacó y vio que era Luciano quien lo llamaba” (Llosa, 2016, pág. 151)
Tampoco es verosímil que, al modo presente y en aquella época, se envíe un mensaje de texto por el celular a “todos los amigos periodistas” como ocurre en la escena de la página 216, cuando la retaquita, detenida por agentes de civil, escribe un mensaje de texto:
“¿Una visita importante? Una trampa, por supuesto. En su celular escribió “Tres hombres han venido a buscarme. No sé dónde me llevan. Amigos periodistas, pongan atención, cualquier cosa podría ocurrirme” (Llosa, 2016, pág. 151)
El costo de los celulares, tampoco hacía posible su adquisición por parte de personas con bajos recursos y casi en la indigencia, como es retratado el personaje la retaquita. Por otro lado, los mensajes de texto, empezaron a difundirse mucho después de la época, por lo que es inverosímil que la retaquita envíe un mensaje de texto a Rolando Garro en la escena de la página 216.
Hay que precisar que la telefonía celular llega al mundo el año 1983 de mano de MOTOROLA y siete años después aparece recién en el Perú y con precios elevados que solo podía asumir los integrantes de la élite limeña. El panorama era el siguiente: “La telefonía móvil llegó en 1990 como un producto de élite”. “En abril de 1990 solo el 3% de la población nacional tenía un teléfono fijo, el Internet era algo de lo que se escuchaba hablar en entornos académicos, pero que no se utilizaba ni en los mejores sueños y el acceso a la información era un privilegio. Para cada tipo de comunicación había un aparato y el consumo de vídeos y de música venía predefinido por quienes programaban las emisiones muy lejos de casa. Las noticias se leían en el diario, se esperaba a poder ver a alguien para hablarle y las cartas se escribían en papel y se enviaban por correo”. (El Comercio, 2015)
Fue el 8 abril de 1990, cuando recién terminaron de montar las tres estaciones base (antenas celulares), las cuales estaban ubicadas en el Morro Solar, el cerro Centinela en La Molina y en el centro de Lima en el último piso del edificio donde funcionaba el gremio de construcción CAPECO en la Vía Expresa de la Av. Paseo de la República. Con esas tres antenas, se ofrecía cobertura a mil equipos en algunos distritos de Lima, pero se tenía una limitada penetración de la señal. (El Comercio, 2015)

LOS ANCESTROS ORIENTALES DE LUCIANO
Esta inesperada mención de la historia narrada, sorprende, pues no parece ser algún tipo de recurso narrativo para potenciar el relato, mas bien es un pretexto con el único objetivo de mencionar el apelativo de Fujimori al que popularmente conocían como “el chino”. Hay que resaltar que el mencionado apodo, era mas de aprecio y de simpatía popular y nunca de vituperio. Ya antes en el Perú se le llamó con ese apelativo y con similar talante al General Juan Velasco Alvarado (1910-1977) que asumió el cargo de presidente de la República de su país mediante un golpe militar.
En este caso Vargas Llosa revela un profundo menosprecio por los ancestros asiáticos por parte de uno de los principales personajes de la novela. La existencia de asiáticos entre los ancestros, es retratada por Vargas como de carácter vergonzante, de una manera un tanto exagerada e irreal. Queremos pensar que se trata de un recurso estilístico del novelista, aunque la escena se siente totalmente innecesaria; además podría ser entendida, sobre todo por los legos en la literatura y simples testigos de época, como una forma indirecta que Vargas Llosa utiliza para manifestar una opinión respecto de Fujimori, el único con ancestros orientales de los personajes, poniendo subrepticiamente en boca de uno de sus personajes aquello que Vargas Llosa piensa y no se atreve a manifestar de manera directa.

CHABELITA
El personaje tiene una presencia transversal a lo largo de la novela, está sólidamente construido, sin embargo tiene características similares a la actual pareja del novelista (Isabel Preysler), no en el nombre elegido que es el mismo, ni a sus características físicas, pues es retratada como rubia y de ojos profundamente azules, sino por su notoria sofisticación y cosmopolitismo, rasgos a los cuales Vargas Llosa rinde inusitado culto y admiración. El origen asiático de Isabel Preysler, en los días que esto se escribe, la actual y pública pareja sentimental de Vargas Llosa, contribuye más a la polémica contradicción del Nobel. El tema sin duda da para una discusión más extensa.

JULIETA LEGUIZAMÓN: LA RETAQUITA
La descripción de este personaje es especialmente vargasllosiana: “La retaquita era tan pequeña que, vista de espaldas, cualquiera la tomaría por una niña. Morena, de cabellos crespos, vestida siempre con un pantalón de buzo y una blusa arrugada, zapatillas de básquet, delgadita y enclenque, había en ella sin embargo algo impresionante: sus grandes ojos incisivos e inteligentes, poseídos siempre de una extraña inmovilidad e impavidez que Rolando Garro sólo creía haber visto en ciertos animales. Parecían taladrar a la gente, hacían sentirse incómodas y como con sus vergüenzas al aire a las personas que miraba”. (Llosa, 2016, págs. 52-53)
En este singular personaje, parecen entremezclarse rasgos de personajes reales, por un lado el de la asistente de Vladimiro Montesinos (Matilde Pinchi Pinchi) y por otro, el de una conductora de programas de espectáculos peruana (Magaly Medina). MVLL de manera clara, intencionada y lícitamente en una ficción, mezcla planos temporales como un intento de reforzar el envilecimiento de una prensa manipulada por el régimen. La retaquita es la que trabaja para el Doctor acatando sus designios y es también la que en una repentina toma de conciencia moral, lo delata y causa su ruina (la similitud con Pinchi Pinchi es clara). La carrera como exitosa periodista de espectáculos en televisión, posterior a los hechos, acerca claramente el personaje a Magaly Medina. En las líneas postreras del escrito, el autor se regodea en halagos a la retaquita, ante el rechazo y desprecio de su mujer.
Hay una breve mención al otrora programa de espectáculos de Magaly Medina, al parecer solamente para informar sobre programas que tomaron una posición disidente al régimen, dice lo siguiente: “Un programa tan popular como el de Magaly, diciendo que era una vergüenza que existieran revistas como Destapes, donde los artistas estaban expuestos a campañas de descrédito y calumnias sobre su vida privada”. (Llosa, 2016, pag. 52) Acá nuevamente Vargas Llosa cae en una contradicción, cuando se sabe que aquel programa de espectáculos, el real, el conducido por Magaly Medina, era acusado precisamente de aquello de lo que en la novela se queja: “donde los artistas estaban expuestos a campañas de descrédito y calumnias sobre su vida privada”. (Llosa, 2016, pag. 52) 

ROLANDO GARRO: EL PERIODISTA
La descripción de Rolando Garro es esbozada por el autor con especial desdén y repulsa; dice de los pensamientos del empresario Enrique Cárdenas respecto del periodista lo siguiente: “¿Qué le molestaba en el periodista que se le acercaba a él con la mano extendida? ¿Sus andares tarzanescos, braceando y contoneándose como rey de la selva? ¿La sonrisita ratonil que le encogía la frente bajo esos pelos engominados y aplastados sobre su cráneo como un casco metálico? ¿El apretado pantalón de corduroy morado que le ceñía como un guante el angosto cuerpecito? ¿O esos zapatos amarillos con gruesas plataformas para hacer crecer su figura? Todo en él le pareció feo y huachafo… advirtió, incluso, que apestaba a sobacos o pies. ¿Era por su olor que de entrada le caía tan mal este sujeto?”. (Llosa, 2016, pág. 19)
Mario Vargas Llosa parece personificar en Rolando Garro a cada peruano, al que pinta como anuente y displicente con quienes los subyugan y maltratan. Al describir a Garro expresa una vez más su incomodidad con sus compatriotas en frases como las siguientes: “Que la gente lo odiara no era algo que le quitara el sueño a Rolando Garro. Hasta le daba cierta satisfacción: ser odiado era ser temido, un reconocimiento. Algo que los peruanos hacían muy bien. Lamer los zapatos que los pateaban. ¿La prueba? Fujimori y el Doctor”. (Llosa, 2016, página. 51) La citada frase esta vez no la hace decir a uno de sus personajes, la pronuncia directamente el narrador que expresa de esa manera un estado de ánimo, un sentir, una sincera opinión que denota desazón o bien rencor por quienes no supieron valorar sus virtudes y optaron por seguir una masoquista tendencia que cree innata entre sus compatriotas.
 Este personaje Rolando Garro, tiene similitudes con el que fuera director de la desaparecida revista peruana OIGA, Francisco “Paco” Igartua, no en sus características físicas sino en sus métodos del “vale todo” en pos de la noticia impactante. Tiene rasgos también de Fernando Viaña, polémico periodista de notoria actuación en años del régimen de Fujimori. Por otro lado, hay que recordar que Magaly Medina empezó su carrera periodística precisamente en la mencionada revista OIGA y no perdía ocasión de manifestar una profunda admiración por Igartua, al que consideraba su maestro, tal cual como en muchos párrafos de la novela, lo hace de manera idéntica la retaquita. Ciertamente, es un tema discutible, sobre el cual se puede discrepar, sin embargo está claro que la novela de Vargas Llosa, se aleja demasiado de la ficción y trasluce una suerte de catarsis personal de su autor, hecho que es una legítima opción de un escritor, pero que los lectores, con similar uso de la libertad, tendrían que advertir.
Las similitudes con la realidad no terminan ahí, cuando se revisa la biografía de Rolando Garro se menciona sus inicios en el periodismo y se dice que: “había comenzado la carrera periodística… como datero de escándalos para Ultima Hora, el diario que, con Raúl Villarán en la dirección, introdujo el amarillismo en el Perú”. (Llosa, 2016, págs. 56-57) La mención de Raúl Villarán y Ruiz Caro en dicho puesto es totalmente cierta; asumió el cargo en 1950 y se mantuvo en él hasta 1952. Última Hora fue el primer diario en usar un lenguaje popular en el Perú. (Wiki, 2016)


ANEXO

PALABRA
PAGINAS EN LAS QUE APARECE MENCIONADO
TOTAL
Fujimori
47,51,75,76,144,181,211,212,217, 220(2), 221(3),243,261,268,269,270,275,281,282(4),288,292(2)
28
Guardia Civil
78(2)
2
Celular
137,139,164,151,216
5
Abuela china de Luciano
179-185
1
Enrique Cárdenas Sommerville
121 (solo una vez con 2do apellido)

Millonarios acuden ante el Doctor
77,97

Casa de la retaquita
85

SL y MRTA
15,16,41,70,71,78,97

Abimael
288
1
Polay
288
1
Toledo
296
1


NOTA: Los números colocados entre paréntesis indican cuando en una página se ha mencionado la palabra más de una vez

NOTA IMPORTANTE:
El presente ensayo tiene una versión original en formato impreso y fue redactado y publicado por el autor en el invierno de la ciudad de Lima (Perú) un día 2 de mayo de 2016. Hoy (30 de julio de 2016) lo compartimos en formato digital con ligeras variantes tipográficas y sin los gráficos adicionales que posiblemente añadamos en una próxima entrega.



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Copyright ©  miguelruizdecastilla (2016)


BIBLIOGRAFIA

El Comercio. (6 de febrero de 2015). Recuperado el 2 de mayo de 2016, de http://elcomercio.pe/economia/negocios/historia-revolucion-telefonia-movil-peru-noticia-1789325
Llosa, M. V. (2016). Cinco Esquinas. Lima: Alfaguara.
Wiki. (2016). Guardia Civil del Perú. Recuperado el 2 de mayo de 2016, de https://es.wikipedia.org/wiki/Guardia_Civil_del_Per%C3%BA

Wiki. (2016). Última Hora (Perú). Recuperado el 20 de mayo de 2016, de https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%9Altima_Hora_(Per%C3%BA)

domingo, 14 de febrero de 2016

LA PIGNA RIOPLATENSE: A PROPOSITO DE LA IMPORTANCIA DE LA GESTUALIDAD

THE "PIGNA", TRADITION OF RIO DE LA PLATA: IMPORTANCE OF GESTURES

Autor: Miguel Ruiz de Castilla
14 de febrero de 2016
Lima - Perú

ABSTRACT
In this essay we discussed one of the characteristic gestures of the inhabitants of the Rio de la Plata: La Pigna. We describe its origin and its variants and meanings. The gesture is an important aspect that characterizes the people, are part of his personality and spirit.

RESUMEN
En este ensayo tratamos sobre una de los gestos característicos de los habitantes del Rio de la Plata: la pigna. Describimos su origen y sus variantes y significados. La gestualidad es un importante aspecto que caracteriza a los pueblos, son parte de su personalidad y espíritu.

En diciembre de 2015 o enero de 2016, quizás un día domingo o lunes, de casualidad e inadvertidamente por la mayoría, como suelen ocurrir las cosas más importantes, y al mismo tiempo que en otras partes del mundo, se publica en el diario El Comercio de Lima (Perú), en la sección de Amenidades, una singular tira cómica de Mafalda. Esta vez no llama la atención los ocurrentes diálogos de la historieta, sino un inusitado como elocuente gesto con ambas manos del personaje principal de la tira (Mafalda) y que hace innecesario que diga palabra alguna; se trata de la llamada pigna algo que singulariza a los rioplatenses, más a los argentinos que a los uruguayos pero mucho más que a ambos, a los italianos.
Es frecuente y así lo entendemos, que cuando se presentan este tipo de imprevistas situaciones, hay siempre consecuencias y una de ellas es la imposibilidad de preservar la evidencia material del hecho, aunque luego, intentemos con escaso éxito, paliar esta circunstancia, manifestando la evidencia emocional del mismo, algo que precisamente tratamos de hacer en este breve ensayo.
La mayoritaria aceptación mundial de este pequeño personaje (Mafalda) está fuera de cuestión. El hecho es que, como decíamos, esta vez no nos sorprenden los peculiares diálogos de esta niña de la ficción, cuya profundidad de análisis y reflexión no deja de divertirnos, sino algo que en una tira cómica es insólito advertir: aquellos ademanes, en especial algunos que revelan un código comunicativo subliminal o mucho mejor dicho, emocional e intangible. A veces los silencios son mucho más elocuentes que las palabras, es cierto, pero se presentan ocasiones ideales en las que hay un contubernio entre palabras, silencios y gestos en los cuales se establece una perfecta comunicación, algo que, por cierto está lamentablemente en franco peligro de desaparición por los nefastos efectos que la tecnología ocasiona en la comunicación interpersonal face to face o bien tête à tête.
Como se noticia en el párrafo inicial, no pudimos preservar la evidencia objetiva del acontecimiento que nos llamó la atención y que es materia del presente escrito, y mantenemos además un recuerdo vago del argumento; no perdemos la esperanza de que alguien pueda subsanar esta involuntaria omisión y con ello saldar una deuda que felizmente es compartida o debería serlo; sin embargo insistimos como advertencia, que por el momento no nos anima referirnos a la parte lingüística, verbal y filosófica de la historieta de Mafalda; nos centraremos en su gestualidad, aquel modo de comunicación no verbal, aquello que su creador (Quino) intenta trasmitir sin palabras a través de sus personajes y que revela aspectos mucho más profundos de lo que comúnmente se cree. A modo de ejemplar ilustración y como elemento de motivación, citamos el siguiente diálogo en el que se pueden advertir hasta cuatro gestos con las manos y varios gestos faciales más:


DESCRIPCION GRAFICA DE EMOCIONES EXPRESADAS EN GESTOS
La comunicación tiene la especial característica de encontrar canales sumamente variados; solamente en el lenguaje verbal la multitud de lenguajes, confirma lo dicho. Si ya es una dificultad lograr una comunicación estrictamente verbal, es mucho más dificultoso añadir a esta circunstancia, los obstáculos gestuales. En las historietas es más fácil dibujar rostros de alegría, tristeza o ira; y más difícil dibujar emociones como el recelo, la envidia, la indiferencia, la antipatía y que estos sean adecuadamente entendidos por el que lee y observa. De los gestos con las manos, además de ser enormemente difíciles de representar por el ilustrador, porque además implican un movimiento característico, revelan una comunicación especial y a veces complementaria de la verbal. Del éxito de este intento comunicativo complejo depende en gran medida el intercambio de emociones y sentimientos que la tira cómica busca despertar. Decimos que la vida misma es un arte, y evidentemente lo son también las historietas[1] cuyo fin último es reproducir artísticamente aquellas estampas de nuestras vidas, y que reconocemos como entrañablemente familiares.
¿ES POSIBLE EXPRESARSE SOLO CON GESTOS?
Ciertamente la gestualidad forma parte importante de la comunicación pero que las otras variantes comunicativas (textual, gráfica, auditiva, tecnológica, etc.) intentan sin éxito reemplazar por inusitadas formas cuya eficacia será siempre dudosa (vg. los emoticones en las redes sociales). Es positivo que haya múltiples formas que favorezcan la comunicación, pero en esta aparente variedad se pierde el contenido emocional del discurso comunicacional y, la gestualidad precisamente forma parte de esta dimensión espiritual de la comunicación humana.
Los italianos por ejemplo, son un pueblo que es célebre por su variado lenguaje gestual, acervo que ha permanecido por milenios y que hoy, aquellos que no cuentan con esa forma de comunicación muy desarrollada, observan con especial admiración. Se puede decir que los italianos se expresan de manera eficiente con los gestos igualmente que con las palabras, aunque, es de preocuparse, en los últimos tiempos se advierta una modificación producto de la imperante globalización y uniformización comunicativa.
Hace muy poco una guía de viajero recomendaba para visitar Italia lo siguiente: “Tú puedes saludar y preguntar algo en muchos idiomas moviendo sólo los músculos de la boca, pero no se puede hablar italiano sin mover las manos. Hay pocos idiomas que involucren todo el cuerpo como la “lingua del Dante“[2]. La explicación de la importancia gestual puede encontrarse en la milenaria historia del pueblo Italiano. “En Italia, mover las manos al hablar es una costumbre propia, heredada tal vez de aquellos tiempos… en (los) que la inmensa mayoría no hablaba propiamente “italiano” sino alguno de los múltiples dialectos que aún se encuentran en la península”[3]. Dejaremos para otro momento la discusión de tan singular característica del pueblo italiano para centrarnos en nuestro tema.
LA PIGNA ITALIANA
La llamada pigna [4], es un ademán italiano clásico, consiste en “unir las puntas de los dedos de la mano derecha y apuntar con ellos hacia arriba, moviendo la mano en forma ascendente y descendente”[5]. Su significado es variado, sin embargo el más difundido es que “sirve para acompañar una pregunta o señalar una duda”, cuentan los nativos de Italia que “muchos extranjeros haciendo un esfuerzo por gesticular como los locales, hacen la pigna como un “buongiorno“ recién aprendido, y quedan fatal”[6].
Isabella Poggi, profesora de psicología en la Universidad Roma y experta en gesticulaciones, ha identificado hasta 250 ademanes que los italianos emplean en la conversación cotidiana. "Hay ademanes que expresan una amenaza o un deseo o desesperación o vergüenza u orgullo", indica. La única cosa que los diferencia del lenguaje de señas es que son utilizados individualmente y carecen de una sintaxis completa[7].
En medio de este universo gestual italiano, la pigna aparece como un gesto clásico y simple que consiste en colocar los dedos apretados contra el pulgar para significar "¿qué quieres de mí?" o "no nací ayer"[8], aunque la semántica suela trascender más allá de esta específica circunstancia.
LA PIGNA Y SU VARIANTE RIOPLATENSE
En la Argentina y en menor medida en Uruguay ha sobrevivido entre otros muchos, el gesto con las manos de origen indudablemente italiano: la pigna. Sus variantes son diversas, dependiendo de la circunstancias y la ocasión, sin embargo se pueden destacar las siguientes: la pigna con ambas manos o con una; con o sin acompañamiento de palabras; con o sin el movimiento vertical y alternado. Al parecer existen requisitos indispensables para lograr el efecto buscado: el contacto visual entre el que hace la pigna y quien o quienes reciben el mensaje; la expresión facial complementaria difícil de describir y siempre dependiente de la ocasión. Sin embargo, al tratarse de un gesto espontaneo, individual y automático se puede y efectivamente se da también en personas que se encuentran solas (viendo un partido de fútbol o una película), con lo que cualquiera de los requisitos mencionados anteriormente son evidentemente contradichos.
En lo linguístico, no es posible rastrear la vigencia de la palabra pigna en el Río de la Plata, ni tampoco la variante hispanizada piña; es probable que no haya pasado del italiano al español con el original significado de la península itálica.
Buscando en el lunfardo porteño, la palabra piña, pervive con su significado popular de puñetazo, golpe de puño o, la muy frecuente trompada[9]. En el fraseo familiar porteño, se menciona una variante de piña, con el significado siguiente: “Dicho de una cosa, una actividad, etc. funcionar muy bien, ser muy buena, desarrollarse con éxito[10]. Ninguna referencia al tema que nos ocupa.
En el hablar familiar porteño, se ha dado en llamar a este gesto también como montoncito, sin embargo tiene distinto significado cuando se juntan y se separan los dedos de manera rápida, lo cual significa "miedo" mientras el montoncito o pigna sin separar los dedos y acompañado de movimientos alternados verticales significa pregunta, duda, desconcierto: no tan sutil diferencia.
Un experto italiano de la Universidad de Venecia (Giovanni Meo Zilio) integrante de la prestigiosa AISPI (L'Associazione Ispanisti Italiani) asociada al Centro Virtual Cervantes, hizo una recopilación de gestos para el área lusófona e hispanófona de América Latina, en la cual está ausente la esquiva pigna, tampoco hay referencia alguna a otra gestualidad de similar semántica[11]. Sorprende esta omisión considerando la nacionalidad de tan notable autoridad en el tema.
Aun cuando liguísticamente no haya rastro de la expresión llamada pigna, es claro que ésta existe y es una de las más difundidas entre los rioplatenses; la usan de manera cotidiana y ha adquirido como en Italia, significados variados en función de los contextos en los que se utilice.
Como colofón debemos manifestar que estamos a la espera de la esquiva historieta que ha motivado todo lo aquí escrito, mientras tanto, presentamos otra similar, que tras mucho buscar, hemos encontrado en su reemplazo, aun cuando esta vez la protagonista no sea Mafalda, sino su fiel amigo Miguelito haciendo el mismo gesto de la pigna y acompañando un breve diálogo: el gesto justo que completa el discurso. El observador acucioso, sin necesitar explicaciones adicionales a las ya proporcionadas, sabrá advertir convenientemente el sentido del gesto en una sola de sus numerosas variantes, por lo que no nos queda más que esperar a que la sensibilidad humana haga su trabajo.




NOTA IMPORTANTE:
El presente ensayo tiene una versión original en formato impreso y fue redactado y publicado por el autor en el verano de Lima (Perú) un día viernes 29 de enero de 2016. Hoy (14 de febrero de 2016) lo compartimos en formato digital con ligeras variantes tipográficas.



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[1] En 1989 se publicó un documental titulado “Cómic: Noveno arte”, referido a la historia del cómic. Cfr. https://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%B3mic:_Noveno_arte A las ocho artes oficialmente aceptadas se añadió una adicional, desde ese año (1989) los historietistas consideran que su oficio tiene el reconocimiento artístico que merece.
[2] Rodríguez, María Victoria. Guía para hablar italiano como en Italia: con las manos. Abril 22 de 2011.
[3] Loc. Cit.
[4] En italiano pigna, que se pronuncia como piña, es el nombre que se le da a los frutos de los pinos y coníferas. Quizás como analogía y similitud a las manos con los cinco dedos juntos indicando  hacia arriba.
[5] Rodríguez, María Victoria. Guía para hablar italiano como en Italia: con las manos. Abril 22 de 2011.
[6] Loc. Cit.
[7] Donadio, Rachel (New York Times) El italiano, una lengua que se habla con las manos. Julio 19 de 2013.
[8] Loc.Cit.
[9] Piña (significado de) Cfr. http://www.todotango.com/comunidad/lunfardo/termino.aspx?p=pi%C3%B1a
[10] Diccionario del habla de los argentinos. Cfr. http://geocities.ws/lunfa2000/aal3.htm Algunos ejemplos de su uso son los siguientes: “Los tragos te salieron bárbaros… Van como piña”. “Tenía un Fiat Uno 5 puertas verde que iba como piña”. “La estética de la zona oscura con la arquitectura gótica va como piña”. Cfr. http://geocities.ws/lunfa2000/aal3.htm
[11] Meo Zilio, Giovanni. Formas de comunicación gestual en el mundo ibero-americano: Diferentes valores semánticos de algunos gestos en el área hispanófona y en la lusófona de la América Latina. AISPI – Centro Virtual Cervantes

sábado, 23 de enero de 2016

EL INMERECIDO EXILIO DE FRANCISCO PIZARRO

THE UNDESERVED EXILE OF FRANCISCO PIZARRO

Autor: Miguel Ruiz de Castilla
24 de enero de 2016
Lima - Perú

ABSTRACT
Sculpture of Francisco Pizarro, has been moved three times in its history and today, it altered its original sculptural form, is confined to a marginal place in the city of Lima. This can be considered as an attack against culture. This article relates to the circumstances surrounding the frequent transfers of the sculpture and the need to correct it.

RESUMEN
La escultura de Francisco Pizarro, ha sido trasladada tres veces en toda su historia y hoy, alterada en su original forma escultórica, está confinada en un lugar marginal de la ciudad de Lima. Este hecho puede ser considerado como un atentado de lesa cultura. Este artículo se refiere a las circunstancias que han rodeado a los frecuentes traslados de la escultura y la necesidad de corregirlo.

Es posible que el título de este breve artículo sea equívoco en cuanto menciona una situación que el personaje histórico al cual se refiere, nunca sufrió en vida, sin embargo, busca llamar la atención sobre un hecho revelador de la naturaleza humana y que se repite cual eterno retorno, en múltiples contextos y situaciones.
Para los peruanos, como para muchos latinoamericanos, un desconocido y a la vez muy reconocido escultor norteamericano Charles Cary Rumsey, nacido en Buffalo, Nueva York, en 1879, tuvo entre sus numerosas obras, una escultura del conquistador del Perú, Francisco Pizarro. Este diseño, según se pudo saber a través de acreditados estudios históricos[1], se repitió tal cual en tres versiones de la pieza, aunque en diferentes tamaños y dimensiones. La obra original de 1.80 m de altura, data de 1910 y fue donada por el escultor y su esposa y, actualmente permanece expuesta en el frontis de la Albright-Knox Art Gallery, Buffalo, Nueva York; la segunda versión apareció expuesta en el centro de la Sala de la Cúpula, en el Grand Palais, París (1927); aquella exposición estuvo dedicada a la extensa colección retrospectiva de las obras del escultor Charles Cary Rumsey, en aquella fecha ya fallecido hacía cinco años. Dos años después (1929) esta misma versión sería donada para ser ubicada en el atrio de la Iglesia de San Martín, en la Plaza Mayor de Trujillo (España), donde permanece hasta la actualidad. Una tercera y última versión de la pieza escultórica había sido realizada por Rumsey en 1910, estatua gemela a la de Trujillo (España) pero fue fundida por E. Gargani, en Brooklyn, Nueva York; data de 1934, el mismo año que fue embarcada hacia Lima (Perú). Llama la atención la discrepancia de dimensiones con la pieza trujillana, se dijo entonces que la estatua limeña medía 6.60 metros de altura y pesaba 5,850 kilogramos[2].
Los entendidos en fundición de piezas de bronce advierten que también hubo diferencias en este aspecto, dado que las tres versiones fueron encargadas a distintos fundidores cuyas técnicas diferían notablemente[3].
MONUMENTO A FRANCISCO PIZARRO Y SU INUSITADO PERIPLO LIMEÑO
A su arribo a Lima (Perú), la escultura destinada a esta ciudad, recorrió un espacio minúsculo en sus tres ubicaciones conocidas, apenas unas contadas calles de distancia; llama la atención que las tres ubicaciones giran en torno a la plaza mayor y siempre muy cerca del Palacio de Gobierno. A continuación nos referimos como ilustración a dicho sorprendente itinerario.
PRIMERA UBICACIÓN
El año 1935 Lima celebraba su cuarto centenario de fundación española, se organizaron celebraciones de conmemoración; estuvieron presentes las autoridades principales de Lima en la persona de su alcalde y también de España, nada menos que un ministro plenipotenciario, y también el embajador de los EEUU. Una foto de la época da cuenta de la fastuosa ceremonia develando el monumento al que en ese entonces se consideraba “figura preclara del héroe y del civilizador” y también “la obligación inmensa de todos nuestros pueblos hacia la Madre España, gran colonizadora del Nuevo Mundo”; no faltaron desfiles militares en la plaza Mayor de Lima, los discursos de orden de preclaras autoridades, dando realce a tan significativa conmemoración; todo esto sucedía el 18 de enero de 1935.


Fotografía del monumento a Francisco Pizarro en el Atrio de la Catedral de Lima, a poco de su inauguración el año 1935. Se notan las coronas y guirnaldas colocadas para resaltar el acontecimiento.


Ubicación del monumento a Francisco Pizarro en el atrio de la Catedral de Lima lugar en el que permaneció hasta 1952.


SEGUNDA UBICACIÓN
El 26 de julio de 1952, apenas dos días antes de celebrarse otro aniversario patrio en el Perú (28 de julio) se traslada el monumento de Francisco Pizarro, de su lugar original en el atrio de la Catedral de Lima, a un espacio nuevo, más cercano al Palacio de Gobierno, y siempre mirando a la plaza Mayor. La inauguración se produjo precisamente el 28 de julio (día nacional del Perú), lo cual indica que el traslado fue meditado y planificado previamente. Por esa época, en circunstancias poco conocidas, se había derrumbado uno de los viejos solares coloniales, quizás por los constantes temblores que azotaron Lima. El hecho es que el espacio de dicho solar, fue destinado a una pequeña plazoleta aledaña a la plaza Mayor, de tamaño cuadrangular. Según se afirma con frecuencia, la decisión del traslado del monumento se debió a una decisión personal del propio Presidente de la República (Manuel A. Odria), la cual no dejó de tener detractores. El hecho objetivo es que se logró que la Plazoleta sea inaugurada en un día emblemático para el Perú y bautizada como la Plaza Pizarro.
En 1968 se promovió la idea de trasladar la estatua de su ubicación en la Plaza Pizarro al patio de Palacio de Gobierno, y en 1972 surgió otra iniciativa para moverla al vecino distrito del Rímac, en la margen derecha del río, aunque ninguna de ellas se llegó a cumplir[4].


A partir de 1952 el monumento a Francisco Pizarro ocupó un lugar cuadrangular cercano tanto a la Municipalidad de Lima (edificio de balcones que se ve al fondo) como al Palacio de Gobierno. El monumento conserva el conjunto escultórico original con su hermosa base y placas de bronce.


Vista de la Plaza Pizarro con el monumento, y como fondo, el ala derecha del Palacio de Gobierno.



TERCERA UBICACIÓN (ACTUAL)
Un día sábado, el 26 de abril de 2003, en horas de la noche, la población de Lima fue sorprendida con la noticia del traslado del monumento de la Plaza Pizarro. El acontecimiento fue tan repentino que pocos medios de comunicación estuvieron enterados del hecho y lo comunicaron con informes especiales en improvisados reportes en vivo. Tampoco se sabía en aquella fecha el lugar de destino del monumento, si iba a ser destinado a un museo o a su definitiva fundición. Nuevamente, tal como ocurrió en su segundo traslado, fue una decisión unilateral y claramente contaminada, esta vez, de intolerancia y oportunismo político, sobre todo del Alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, que según muchos, simplemente aprovechaba una inmejorable ocasión de ganar más adeptos. Finalmente, luego de varias semanas, el 19 de octubre de 2004, más de un año después de su nocturno retiro, con la mismo silencio y secreto, se le ubicó en un lugar casi escondido del novísimo y muy promocionado Parque de la Muralla, aledaño al río Rímac, obra emblemática del alcalde Luis Castañeda. El monumento se encuentra casi al nivel del piso, el pedestal original que permaneció en las dos anteriores ubicaciones y que formaba parte inseparable del conjunto escultórico, ha desaparecido, tampoco se sabe el destino de las placas de bronce que adornaban los costados.


Una de las pocas fotografías que se conservan del cuasi clandestino e inconsulto retiro del monumento a Francisco Pizarro el sábado 26 de abril de 2003. La demolición de la base se produjo en los siguientes días para lo cual se cercó el perímetro para evitar a los curiosos.


Dos vistas del monumento en su ubicación actual, sin la base y las placas de bronce. La intención de ocultamiento y maltrato al personaje representado, es más que elocuente.



OPORTUNISMO POLÍTICO IDEOLÓGICO O ATENTADO DE LESA CULTURA
Los pueblos no pueden negar su historia, es precisamente aquel itinerario histórico para bien o para mal, el que enriquece, justifica y explica el presente y fundamenta el futuro de las naciones. La humanidad, antes como ahora, debe avanzar asumiendo sus aciertos y errores, sin pretender negar el pasado. Es cierto que la estratigrafía arqueológica nos demuestra que las civilizaciones pueden superponerse, aun cuando casi siempre la evolución de la humanidad y la civilización que aspiramos a conquistar, debería construir sobre lo construido, nunca debería basar su progreso en la destrucción y el ocultamiento.
La barbarie que la humanidad en su mayoría deplora, se expresa en actos como la destrucción de templos históricos, apelando a razones religiosas o ideológicas, que nunca suelen ser las mejores consejeras[5].
El traslado de la escultura de Francisco Pizarro y el maltrato, si es que puede ser considerado de esa manera, es un evidente atentado de lesa cultura. Ninguna de las razones manifestadas por los que tuvieron la poco feliz iniciativa de confinar la escultura a un poco digno y marginal lugar, tienen sustento real. La supuesta ofensa de una escultura ecuestre del conquistador del Perú a los ciudadanos “conquistados”, es un imposible real en vista de que los ciudadanos peruanos, no sólo no son los mismos, sino que comparten con aquello que representa Francisco Pizarro, la esencia de su propia realidad presente de la que les es imposible abstraerse. El problema visto desde el punto de vista objetivo, sin apasionamientos de coyuntura, se refiere al hecho mismo de la destrucción de una obra de arte, una expresión y manifestación humana que por serlo, debe merecer el destino de su preservación para las futuras generaciones. Es inimaginable que alguien pueda destruir la obra maestra de Leonardo Da Vinci, la Mona Lisa, por el solo hecho de que alguien considere su enigmática sonrisa como ofensiva.
Lima, ciudad hermosa y de milenaria historia, merece mostrar las peripecias de su ajetreada y riquísima historia, sin sectarismos y mezquindades, sin el totalitarismo egoísta de aquellos que pretenden salir del total anonimato, exacerbando los ánimos y las bajas pasiones de coyuntura. Francisco Pizarro, es y será, no importando lo que hagan algunos para negarlo u ocultarlo, parte esencial de Lima, ciudad en la vivió y murió y en donde reposan sus restos. De todo el mundo, los que visitan Lima, lo hacen en gran medida para ver la ciudad de Francisco Pizarro, visitar la Casa de Pizarro, tal y como se le denomina al Palacio de Gobierno y visitar su sepulcro y admirar en sus restos, la hazaña que en su momento le tocó protagonizar, con sus errores y aciertos, que hoy por hoy, a las personas de estos tiempos, no nos toca juzgar ni menos castigar.


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[1] Rafael Varón Gabai, La Estatua de Francisco Pizarro en Lima. Historia e Identidad Nacional, 2006, Fundación Telefónica. Revista de Indias.
[2] Para un resumen de los datos históricos disponibles se puede revisar el siguiente enlace:
http://limalaunica.blogspot.com/2010/11/el-monumento-francisco-pizarro.html
[3] La pieza original de la efigie ecuestre de Francisco Pizarro fue fundida en 1910 en París, en bronce, con la técnica de la cera perdida, en una sola pieza sin soldadura. En 1934 la pieza con destino a Lima, si bien había sido realizada por Rumsey en 1910, fue fundida por E. Gargani, en Brooklyn, Nueva York, con una técnica aparentemente diferente a la usada para su gemela de Trujillo. (Cfr. http://limalaunica.blogspot.com/2010/11/el-monumento-francisco-pizarro.html)
[4] http://limalaunica.blogspot.com/2010/11/el-monumento-francisco-pizarro.html
[5] A mediados de 2015, el mundo vio con asombro la destrucción del templo romano de Baal en Palmira (Siria) por un grupo fundamentalista, el que fue considerado patrimonio de la humanidad. (Cfr. http://cortocircuito2012.blogspot.pe/2015/08/un-crimen-de-lesa-cultura-la.html)